El niño, entre los cero y los seis años de edad, tiene una mente capaz de absorber los conocimientos del ambiente que le rodea, sin esfuerzo, de manera natural y sin filtro alguno. Esto es debido a que el niño trae consigo determinados instintos, denominados en el Método Montessori períodos sensitivos, que lo predisponen a ciertos aprendizajes concretos. ¿Quieres conocerlos?
CÓMO SE DESCUBRIERON
Dicho concepto fue descubierto por Hugo de Vries al contemplar cómo las orugas nacían con diversas características que, más adelante, perdían su valor y desaparecían.
Posteriormente, la Doctora Montessori observó similares transformaciones en el desarrollo de los niños, las cuales tuvieron una gran repercusión en el ámbito educativo.
QUÉ SON
Los períodos sensitivos se pueden definir como intervalos de tiempo particulares de la etapa infantil, donde se dan unas sensibilidades especiales que guían al niño en su desarrollo físico, intelectual y social; y, como bien especificó la Doctora, actúan de faros que iluminan el camino que debe seguir el niño en su crecimiento.
Montessori observó que estos lapsos de tiempo:
- Ocurren de manera universal, en todos los seres humanos y animales.
- Son inconscientes y naturales.
- Están activos en los individuos antes de que se puedan observar por el exterior.
- Son pasajeros y transitorios.
- Y se restringen a la conquista de un determinado carácter, por lo que, cuando éste ha sido conseguido, cesa la sensibilidad hacia dicho período sensitivo, para centrarse en otros.
El niño aprende las cosas en los períodos sensitivos. Esta sensibilidad permite al niño ponerse en contacto con el mundo exterior de un modo excepcionalmente intenso. Y entonces todo le resulta fácil, todo es entusiasmo y vida. Cada esfuerzo representa un aumento de poder.
Maria Montessori
TIPOS DE PERÍODOS SENSITIVOS
A continuación se detallan los diferentes períodos sensitivos de la infancia (desde los cero hasta los seis años):
1. ORDEN
Este período sensitivo se da desde el final del primer año hasta el segundo y se centra en la sensibilidad del niño para percibir las relaciones que existen entre las diferentes partes que componen el ambiente (orden externo) y su propio cuerpo (orden interno) y, así, orientarse en el tiempo y el espacio, desarrollar el pensamiento lógico-matemático e impulsar su estabilidad emocional.
Por ello, es IMPORTANTE mantener un orden en el ambiente, establecer rutinas y ofrecer al niño la posibilidad de comparar, relacionar, crear secuencias e identificar causas y efectos.
2. REFINAMIENTO SENSORIAL
Este período sensitivo aparece entre los tres y los seis años de edad, y hace referencia a la capacidad del niño para interpretar y estructurar sus percepciones sobre el ambiente a través de los sentidos, con la finalidad inconsciente de desarrollar su inteligencia.
Es IMPORTANTE que el ambiente ofrezca acciones de notar, captar, clasificar, nombrar y entender detalles, además de materiales donde se aíslen las características de los objetos, para que el niño vaya educando y perfeccionando sus sentidos y organizando su espacio exterior e interior.
3. LENGUAJE
Otro período sensitivo sería el lenguaje, el cual se manifiesta entre los cero y los seis años de edad, y hace alusión a la habilidad innata del niño de distinguir los sonidos del lenguaje de todos los demás que escucha en su ambiente y absorber las construcciones de su lengua materna de manera natural.
En relación al lenguaje, existen en el niño dos etapas:
- Etapa pre-lingüística, desde el nacimiento hasta el primer año, donde comprende el lenguaje y es consciente de su finalidad.
- Etapa lingüística, hasta los tres años de edad, donde comienza expresando sus ideas con una sola palabra y acaba realizando frases y construcciones con todas sus partes y utilizando el “yo”. A partir de esta edad, el niño va perfeccionando y organizando su lenguaje de una manera consciente.
Debido a la relevancia que tiene el lenguaje en la expresión tanto personal como social, es IMPORTANTE que ayudemos al niño en su desarrollo: hablando correctamente, describiendo acciones, escuchándole con detenimiento, leyendo y cantándole, no corregirle y cumpliendo lo que se dice.
4. MOVIMIENTO
Por último, se encuentra el período sensitivo del movimiento, también desde los cero a los seis años de edad, el cual hace referencia a la herramienta que le permite actuar sobre el ambiente a través de su energía vital para crear y trabajar, llamada horme.
El desarrollo motor del niño se puede dividir en dos tipos:
- Coordinación gruesa o equilibrio, que le permitirá iniciar la marcha.
- Coordinación fina o uso de la mano, estrechamente relacionada con la inteligencia y la voluntad. Por todo ello, es importante proporcionar actividades concretas donde se trabajen las destrezas motoras y no se obstaculice el movimiento libre.
Cuando el ADULTO, teniendo en cuenta que poco puede hacer actuando desde el exterior, ofrece un ambiente donde se encuentran los medios necesarios para que el niño se construya y respeta sus manifestaciones, entonces éste aprende de manera sencilla, con entusiasmo y ganas de vivir, pasando de conquista en conquista.
Por el contrario, si existen OBSTÁCULOS que frenan las acciones del período sensitivo en cuestión, se pierde esa conquista natural y el niño desarrollará sus capacidades con esfuerzo, voluntad y trabajo, no de manera natural y espontánea. Y además pueden aparecer los llamados caprichos o RABIETAS, acciones irracionales que expresan necesidades no satisfechas, pasajeros también, los cuales deben ser interpretados y cubiertos.
¡Y hasta aquí el post de hoy! Si tienes alguna pregunta, puedes escribirme en mi perfil de Instagram. Espero que te haya servido para conocer más a fondo cómo comenzar el Método Montessori en casa y, si te ha encantado, compártelo para que llegue a más gente.